Monday, May 2, 2011

De venganzas y casillas

Barbarie total. Un hombre muere desfigurado y es arrojado al mar. Hay fiesta en todo el mundo. Así es nuestra civilización. Así se nos ha enseñado. Nadie se mete con el imperio. Quien se descarrila, más temprano o más tarde (o justo a tiempo para salvar la reelección) terminará mal. Y no, no nos asombra ni nos duele en absoluto. Más bien nos da tranquilidad. Ya no hay que temer. Una vez más, se nos ha probado que la fuerza es el camino, y que el gobierno que tiene el garrote nos protegerá. Celebremos, pues. Un muerto más, un voto más, un paso más cerca de la paz sobre la tierra.